Edgar Vergara Figueredo nació el 17 de mayo de 1941. Era hijo de Lucila Figueredo y Revueltas, nieta del Brigadier General Luis Figueredo y Cisneros, héroe cubano de la Guerra de los Diez Años (1868-1878), y de Miguel Vergara y Santo Domingo, un empresario de una ilustre familia española-panameña.
De su infancia recordaba vivamente la violencia partidista entre liberales y conservadores, la llegada de los primeros aviones de Avianca a las ciudades de la Costa Atlántica y las costumbres cubanas de su casa paterna, que fueron importadas por su bisabuelo tras la capitulación de 1878 durante la Guerra de los Diez Años, cuando se exilió en Cartagena y luego de un tiempo, decidió establecerse en Montería (Córdoba), donde murió en 1914.
Estudió en el Colegio Nacional José María Córdoba de Montería, donde dirigió durante el bachillerato junto a sus amigos el periódico “Cumbre”, del cual más de una docena de ejemplares publicados entre 1960 y 1962 se conservan. A sus dieciocho años, partió a Bogotá a estudiar derecho, pero al estar todas las inscripciones cerradas, ingresó a la facultad de economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, para seguir luego sus estudios en el MIT.
Al graduarse, fue uno de los fundadores de la universidad, Joaquín Molano Campuzano, quien personalmente le escribió una recomendación a su ilustre estudiante para su primer trabajo, en el Ministerio de Hacienda de Colombia, donde llegó a ser hasta Auditor General de la Nación antes de los 30 años. Luego pasó a la Contraloría General de la República, entidad en la que rápidamente ascendió por méritos y sirvió en distintos cargos directivos, incluyendo el de Contralor Asistente de la República y Conralor encargado. Durante esta época adelantó la reforma a la Contraloría y al control fiscal, junto al jurista Alejandro Martínez Caballero, amigo suyo, quien luego sirvió como magistrado en la Primera Corte Constitucional de Colombia. En el campo de la diplomacia, representó a Colombia ante los gobiernos de Italia, Austria, Hungría, Canadá, Alemania Oriental, entre otros.
Completó estudios de maestría y doctorado en Estados Unidos, México, luego en Argentina y en España como becario de la OEA y del Banco Mundial. En 1988 fue nombrado por el presidente Virgilio Barco en el extinto Fondo Nacional de Caminos Vecinales, y en 1991 participó como candidato en la primera elección para Gobernador de Córdoba, tras de lo cual sirvió como Secretario de Hacienda. En sus últimos años fue consultor de varias entidades internacionales como el PNUD – Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y el Fondo Monetario Internacional, hasta retirarse de la vida pública en 2006.
Durante varios años fue columnista de El Espectador y de El Meridiano de Córdoba desde su fundación en 1995. Alternó la labor periodística que le fascinaba con la escritura, publicando en 1987 el libro “Los problemas del Desarrollo Regional”, una investigación sobre las economías locales y sus dinámicas de gobernanza. Adicionalmente fue decano y profesor en varias universidades de Colombia y el exterior.
A su muerte, dejó un manuscrito biográfico sobre su bisabuelo, el General cubano Figueredo y Cisneros, en cuya hacienda, El Mijial, estalló la primera gesta independentista de Cuba con el ahorcamiento de un cobrador de impuestos español en 1868. El General Figueredo y Cisneros era primo hermano de Pedro Figueredo y Cisneros, autor del himno nacional de Cuba.
Estuvo casado con la terapeuta familiar Marietta Poeti-Marentini. Fundó los fondos Atlantia-Pacific e Igli S.p.A. Capital, a través de los cuales hasta hoy subsisten varias empresas en Ecuador, Colombia y Perú.
Edgar Vergara Figueredo falleció el 20 de agosto de 2017 en Bogotá, Colombia.